La reina de la lujuria
Estimada Mhia:
Te di todo lo que mi alma contenía dentro y todas mis pretensiones a tu lado se han convertido en un tupido velo negro que no me deja ver la realidad. Quisiera mirarte a los ojos y sólo sentir desprecio, pero cuando tus pupílas azules se cruzan en mi camino pierdo toda concepción de cielo, de tiempo y de realidad. Ayer quise dejarte, y marcar así tu vida para siempre, pero te importo demasiado poco como para que mi ausencia te marqu. Sé que sólo soy uno más un más de tu lista de lujuria sin fin. Sé que para ti sólo soy sinónimo de diversión y burla, pero no sabes cuanto me gustaría por un día, ser dueño de tu corazón. En tu corte te ríes de lo que se atreven a cortejarte, como lo hiciste aquel día conmigo. Eres la maldad personificada y aún así no consigo dejar de amarte. Tan solo quiero empeñar mis palabras y que tu corazón sienta que el mio se muere cada día por no tener tu alma. Ablanda tu corazón tan solo por una noche y déjame demostrarte que te puedo hacer feliz...
Con todo mi corazón, Jael
*** Contestación ***
Estimado Jael:
Siento de veras que sienta usted emociones tan bellas por mi. Pero he de decirle, que yo no tengo alma, que mi alma se la llevó el diablo un día hace ya muchos años. Usted ve en mi la belleza de la inmortalidad, el frío del infierno, el calor del sexo y la humanidad perdida durante tantos años. Jamás se preguntó usted dónde fueron a parar todos mis amantes. ¿De veras cree usted la leyenda de que todos se suicidan al saber que jamás gozarían de mi amor? Considerese usted más ingenuo de lo que creía... No, querido mio, todos ellos andan muertos, ciertamente, pero no fueron sus sentimientos... Yo los maté, los maté con mis propias manos, mejor dicho, con mis propios colmillos. Sí, querido mio, soy una vampira... Y ahora espero que no crea que bromeo como otros hicieron. Y debe usted saber que si no está usted en el mismo infierno que todos los demás, es porque vi en usted algo que jamás había sentido... Usted me devolvió la humanidad con tan solo un beso... Espero que me entienda, y que si tanto me ama, no cuente mi secreto a nadie. Le amo profundamente con mi parte humana, pero ahora mismo esa parte de mi es tan pequeña que no puedo juntarle a mi. Y ahora, por su propio bien, no vuelva jamás a acercarse a mi. Su corazón morirá de desamor, el verdugo de mi alma es la eternidad.
Deseo que encuentre alguien mejor que mi fría y desgastada alma.
Te di todo lo que mi alma contenía dentro y todas mis pretensiones a tu lado se han convertido en un tupido velo negro que no me deja ver la realidad. Quisiera mirarte a los ojos y sólo sentir desprecio, pero cuando tus pupílas azules se cruzan en mi camino pierdo toda concepción de cielo, de tiempo y de realidad. Ayer quise dejarte, y marcar así tu vida para siempre, pero te importo demasiado poco como para que mi ausencia te marqu. Sé que sólo soy uno más un más de tu lista de lujuria sin fin. Sé que para ti sólo soy sinónimo de diversión y burla, pero no sabes cuanto me gustaría por un día, ser dueño de tu corazón. En tu corte te ríes de lo que se atreven a cortejarte, como lo hiciste aquel día conmigo. Eres la maldad personificada y aún así no consigo dejar de amarte. Tan solo quiero empeñar mis palabras y que tu corazón sienta que el mio se muere cada día por no tener tu alma. Ablanda tu corazón tan solo por una noche y déjame demostrarte que te puedo hacer feliz...
Con todo mi corazón, Jael
*** Contestación ***
Estimado Jael:
Siento de veras que sienta usted emociones tan bellas por mi. Pero he de decirle, que yo no tengo alma, que mi alma se la llevó el diablo un día hace ya muchos años. Usted ve en mi la belleza de la inmortalidad, el frío del infierno, el calor del sexo y la humanidad perdida durante tantos años. Jamás se preguntó usted dónde fueron a parar todos mis amantes. ¿De veras cree usted la leyenda de que todos se suicidan al saber que jamás gozarían de mi amor? Considerese usted más ingenuo de lo que creía... No, querido mio, todos ellos andan muertos, ciertamente, pero no fueron sus sentimientos... Yo los maté, los maté con mis propias manos, mejor dicho, con mis propios colmillos. Sí, querido mio, soy una vampira... Y ahora espero que no crea que bromeo como otros hicieron. Y debe usted saber que si no está usted en el mismo infierno que todos los demás, es porque vi en usted algo que jamás había sentido... Usted me devolvió la humanidad con tan solo un beso... Espero que me entienda, y que si tanto me ama, no cuente mi secreto a nadie. Le amo profundamente con mi parte humana, pero ahora mismo esa parte de mi es tan pequeña que no puedo juntarle a mi. Y ahora, por su propio bien, no vuelva jamás a acercarse a mi. Su corazón morirá de desamor, el verdugo de mi alma es la eternidad.
Deseo que encuentre alguien mejor que mi fría y desgastada alma.
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