24 octubre 2006

La libertad

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo en un lugar, un niño encontró una flor, de vivos colores y pétalos sedosos, brillantes, redondeados, una flor única, especial, la más bonita que jamás había visto. Este quedo prendado de la belleza que radiaba este ser y deseo con todas sus fuerzas convertirse en otra flor, como la que había encontrado o incluso mas bella.
Tanto lo deseo que su pelo fue adquiriendo forma de pétalos y sus piernas se convirtieron poco a poco en un verde y brillante tallo, sujeto a la tierra, los brazos eran ya dos grandes hojas, increíblemente deslumbrantes.
El niño convertido en flor se vio reflejado en las gotas de rocío que resbalaban en sus brazos y se sintió el ser más feliz del mundo.
Poco duró la tan deseada felicidad, ya que al intentar moverse comprendió que no podía despegar su tallo del suelo y que ni siquiera podía mover sus hojas, era incapaz de saltar, correr, bailar, jugar…
La flor fue arrugándose hasta llegar a mustiarse porque el niño moría de tristeza y deseó con todas sus fuerzas la libertad de otros niños que tanto anhelaba, no era feliz.
Ni sus bellos pétalos, los mas bellos del lugar, ni sus deslumbrantes hojas consiguieron salvarlo, ya que libertad, es sinónimo de bienestar y sin esta no es posible la felicidad.

21 octubre 2006

El eclipse

Cuentan las estrellas que hace mucho tiempo, la luna se enamoro descontroladamente de un tipo redondo, conocido como sol. La luna todas las noches salía en su busca, apasionada ella, llena de deseo, con su cuerpecito lleno de ganas de vivir, latente, vibrante, incluso cambiaba de forma para intentar seducir al sol. Cuando llegaba a su forma mas completa, luna llena, tanta fuerza desprendía que hacia cambiar las mareas e incluso despertaba a las mas feroces criaturas del bosque.
El sol se dio cuenta que aquel cosquilleo que sentía al verla aparecer que incluso le hacia apagarse, le hacia olvidarse de todo lo demás, se sentía único, imprescindible, ver aparecer cada noche a la luna, su amada, le daba la seguridad de que todo marchaba bien.
La luna y el sol estuvieron condenados durante mucho tiempo a dar vueltas, uno detrás del otro intentando verse, tocarse, sentirse como dos amantes sedientos de pasión., hasta que un día el tiempo pareció pararse y la luna se coloco enfrente del sol, casi lo rozaba se miraron a los ojos y tal fue la explosión de deseo que en todo el mundo se dejo notar sumiéndonos por unos instantes en la mas profunda oscuridad.