El camino es un lugar dificil para encontrar tierra solida donde parar
29 agosto 2006
De conjuros y sortilegios...
Los recuerdos son cicatrices que tienen forma de sonrisa de diablos, los diablos no son como los pintan en los cuadros: algunos son alegres, otros tristes. ¿Te has dado cuenta que en el silencio se escuchan susurros de voces pasadas? Es ahí, en los rincones de los cuartos, en donde vive el ayer. Pero sólo ahí, en ningún otro lugar pueden ocupar espacio. No están en las palabras o las conversaciones, ni siquiera detrás de los ojos, los recuerdos son como ecos que te anuncian una ausencia que se dibuja en el presente, una ausencia que se endulza con descubrimientos lentos. Sé que a veces el pasado puede doler, incluso el que no es tuyo. No puedo decirte cómo evitar que esos fantasmas se presenten e intenten lastimarte, cada uno de nosotros tiene que encontrar la forma de exorcizarlos de la oscuridad y los ecos. Tú encontrarás la tuya, creeme, todos lo hacemos. Yo tengo una manera infalible, no te servirá a ti, puesto que es mi manera y todas son diferentes, pero de todas formas te lo diré para que tengas la seguridad de que un día encontrarás tu hechizo privado que alejará a esos espantos que abren sus ojos en la noche: Yo, cuando me encuentro convertida en un ovillo sobre la cama, asustada y a la espera de que las voces callen, tomo valor e invoco ese antiguo conjuro que trae a mi cabeza tu silueta desnuda contra una ventana.
Te di todo lo que mi alma contenía dentro y todas mis pretensiones a tu lado se han convertido en un tupido velo negro que no me deja ver la realidad. Quisiera mirarte a los ojos y sólo sentir desprecio, pero cuando tus pupílas azules se cruzan en mi camino pierdo toda concepción de cielo, de tiempo y de realidad. Ayer quise dejarte, y marcar así tu vida para siempre, pero te importo demasiado poco como para que mi ausencia te marqu. Sé que sólo soy uno más un más de tu lista de lujuria sin fin. Sé que para ti sólo soy sinónimo de diversión y burla, pero no sabes cuanto me gustaría por un día, ser dueño de tu corazón. En tu corte te ríes de lo que se atreven a cortejarte, como lo hiciste aquel día conmigo. Eres la maldad personificada y aún así no consigo dejar de amarte. Tan solo quiero empeñar mis palabras y que tu corazón sienta que el mio se muere cada día por no tener tu alma. Ablanda tu corazón tan solo por una noche y déjame demostrarte que te puedo hacer feliz...
Con todo mi corazón, Jael
*** Contestación ***
Estimado Jael:
Siento de veras que sienta usted emociones tan bellas por mi. Pero he de decirle, que yo no tengo alma, que mi alma se la llevó el diablo un día hace ya muchos años. Usted ve en mi la belleza de la inmortalidad, el frío del infierno, el calor del sexo y la humanidad perdida durante tantos años. Jamás se preguntó usted dónde fueron a parar todos mis amantes. ¿De veras cree usted la leyenda de que todos se suicidan al saber que jamás gozarían de mi amor? Considerese usted más ingenuo de lo que creía... No, querido mio, todos ellos andan muertos, ciertamente, pero no fueron sus sentimientos... Yo los maté, los maté con mis propias manos, mejor dicho, con mis propios colmillos. Sí, querido mio, soy una vampira... Y ahora espero que no crea que bromeo como otros hicieron. Y debe usted saber que si no está usted en el mismo infierno que todos los demás, es porque vi en usted algo que jamás había sentido... Usted me devolvió la humanidad con tan solo un beso... Espero que me entienda, y que si tanto me ama, no cuente mi secreto a nadie. Le amo profundamente con mi parte humana, pero ahora mismo esa parte de mi es tan pequeña que no puedo juntarle a mi. Y ahora, por su propio bien, no vuelva jamás a acercarse a mi. Su corazón morirá de desamor, el verdugo de mi alma es la eternidad.
Deseo que encuentre alguien mejor que mi fría y desgastada alma.
Mi querida princesita, has pasado demasiado tiempo amordazada a la desidia. Recapacita y cuenta en el calendario cuantos días has pasado andando descalza sin saber cuantos kilómetros más debías andar. Creyéndote libre e independiente has estado más atada que nunca. Has encontrado tu camino, tu meta, pero la tierra vuelve a ensuciar tus ojos y no te deja ver más allá, la confianza que alcanzaste se desgasta como la suela de un zapato. Si vuelas alto y logras ver las cosas desde ese punto que sólo ese efímero Dios consigue ver, puede que aprecies las cosas de manera distinta. El mar de tu mirada puede ser un océano y las mentiras simplemente ser juegos de palabras, puede que los sentimientos sean vida y que tu amor sea mi felicidad. Sí, definitivamente lucharás un día más, seca las lágrimas y sé fuerte porque no es la primera ni la última vez que vas a caer.
¿Contenta? Me caías bien, te apreciaba, y te ofrecía mi mano para sellar nuestra amistad. Pero... tomasta mis venas y las cortaste ¿no? Me arrebataste lo que me daba la vida, lo que hacía que me sintiera viva... Y... ¿no tuviste suficiente que me lo restregaste? Todo aquello que me hizo sonreir, todo lo que me hacía sentir feliz estaba dentro de un hombre, un hombre que se ganó mi corazón a pesar que se había convertido en un frío bloque de hielo. Gracias. Gracias por arrebatarme la vida. Gracias por arrebatarme al hombre que amaba, por devolverme los temores ya superados y por hacerme ver que amar es algo peor que ser la Muerte... Creía que podía confiar en ti, que apreciabas mi amistad. Me equivoqué. Y ahora decirte que puedes seguir desangrándome, arrancándome la vida, pues tu traición me convirtió en un no-muerto. Camino entre los vivos a pesar de tener un corazón que no cumple su misión. Gracias por arrebatarme mi esperanza y mi sueño. Por arrebatarme lo único que me hacía sentir feliz, que me hacía sentir querida.